Realizamos un planteo productivo 100% a campo, en el cual:
• Todas nuestras vacas se inseminan con una IATF (inseminación artificial a tiempo fijo) y se repasan con 1 solo toro (para garantizar la paternidad de todos nuestros productos) durante 60 días.
• Todas las vaquillonas se inseminan a los 14 meses con una IATF y se repasan con un toro solamente 30 dias.
• Todo vientre vacío al tacto se descarta.
• Todos los terneros se registran al parto y se pesan.
• Todas las vacas se pesan al destete.
• Todos los toritos y todas las vaquillonas a los 18-20 meses se pesan, a los toritos se les mide CE al año y se les realiza una ecografia de carcasa (grasa dorsal, de cadera, área de ojo de bife y grasa intramuscular).
Todos los datos se envían al BREEDPLAN que los procesa para entregarnos los Valores Esperados de Progenie (EBVs).
Con ellos evaluamos nuestros animales y hacemos nuestra selección en la búsqueda de:
• Mayor facilidad de parto (la propia de los toros y la que tendrán sus hijas a los 15 meses: directa e hijas).
• Mayor fertilidad (circunferencia escrotal).
• Mayor velocidad de crecimiento a los 200 y 400 días.
• Tamaño moderado de vaca adulta.
• Mayor engrasamiento posible (nos permite tanto una rápida terminación como una mayor rusticidad y fertilidad para las vacas, al enfrentar condiciones climáticas y forrajeras adversas).
• Mayor área de ojo de bife (¡en definitiva lo que tenemos que producir es carne!).
• Docilidad.
El manejo que realizamos en la cabaña es el mismo que utilizamos con los vientres generales.
Estamos convencidos de que para vender toros y vaquillonas que le sirvan a nuestros clientes los productos de la cabaña tienen que producirse bajo las mismas condiciones que suelen tener los rodeos de cría.